domingo, 14 de febrero de 2010

Tú mi canción.

La mañana, esa cálida , el suave viento traía rumores de la inminente primavera.

Mi lecho se sentía vacío sin el calor de tu cuerpo, mi ser latía aun en la vibración de tus acordes nocturnos.

Los recuerdos de una bella melodía interpretada por dos cuerpos unidos en una misma sinfonía de amor, deseo y placer; se agolparon en mi mente, me estremezco al recordar el roce de tus manos en mi cuerpo tocando cada parte con precisión para arrancarme un suspiro en cada roce, tus labios cálidos y húmedos tocaban mis labios hasta hacerlos gemir, tu lengua enredada con la mía acoplándose en un deseo de entrega . Tus brazos alrededor de mi cintura me atraparon en un torbellino de tonos armónicos, me perdí en la canción que tus caricias interpretaban, mis sentidos se nublaron y no escuché más razón que la del corazón, con delicadeza y sin prisas fuiste quitando cada prenda de mi cuerpo , tus labios besaban cada parte de piel que iba quedando al descubierto, yo solo podía dejarrme amar así con esa fuerza y esa pasión que tus caricias me trasmitían . Así sin soltarme me deje llevar por ti hacia la ducha, por el camino quedaron tiradas las prendas que nos cubrían . El agua tibia caía por nuestros cuerpos unidos en una canción de amor, una canción de suspiros , jadeos y un sin fin te quiero y te amo. Tu cuerpo pegado al mío me empujaba con suavidad, tus manos se deslizaban en mi cuerpo , tus labios recorrían mi piel, bajando lentamente por mi cuello, mis hombros y mi pecho, al sentir la punta de tu lengua rozando mis pezones, una descarga de placer tensó mis músculos, mi espalda pegada a la pared se arqueo ofreciéndote aun mas mis pechos, tu boca degustaba y saboreaba; lentamente te arrodillaste frente a mí, recorriste mi vientre deteniéndote en mi ombligo para comértelo a besos, tus manos acariciaban mis muslos y yo sólo jadea y deseaba mas de ti.

Tu aliento quemaba mi pelvis al sentirte cerca de mi sexo, lentamente subiste una de mis piernas a tu hombro, un orgasmo me sacudió al sentir tu lengua en mi clítoris saboreándome, tus manos me sostenían por las caderas y tu boca devoraba mi sexo más y más, un segundo orgasmo hizo temblar mi cuerpo, tu seguías bebiendo de mi. Mis manos acariciaban tu cabeza y mis muslos se apretaban más a ti, levantaste la cabeza y me miraste disfrutaste el placer en mi rostro y una sonrisa se dibujo en tu boca, una sonrisa pícara y traviesa. Te levantaste y sin apártame de ti me hiciste dar la vuelta besaste mi espalda sabias donde me estremezco y sin apuro llegaste a la curva de mi espalda, tu lengua jugó ahí haciéndome temblar de placer y yo solo podía decir entre suspiros hazme tuya tómame. Tu cuerpo me cubrió mientras tus manos acariciaban mi pecho, sentí tu virilidad abriéndose camino en mi cuerpo, entrando lentamente en mi, un gemido escapando de tus labios me llevó de nuevo al paraíso y mi cuerpo se sacudió. Tus brazos me sostenían mientras entrabas profundo en mi, los músculos vaginales te aprisionaban dentro mío, acoplándonos en un ritmo suave y delicioso , en un vaivén sincronizado; con fuerza me apretabas más a ti, nuestro ritmo aumentó más ligero, sentí tus músculos tensarse aun más, tu voz se hizo más profunda al decirme mami ummhh más, te amo, te sentí crecer más dentro de mí, tus manos me apretaron con más fuerza, mi ser entero vibró al unisono con el tuyo y nuestros gemidos se confundieron en uno solo, estallamos en un canto de amor, placer y deseos, aún te sentía firme dentro de mi, así que sin esperar más me aparte de tí, giré y me arrodille frente a ti, lamiendo cada gota de tu dulce semen mezclado con la miel de mi sexo, te devoré una y otra vez lamiendo, chupando, saboreando, comiéndote de arriba a abajo y de abajo a arriba. Tu virilidad creció en mi boca y mis manos, te sentía temblar. Tu acariciabas mi cabeza mientras me apretabas más a ti, tu espalda se arqueó echando tu cuerpo hacia atrás y tus músculos se tensaron, un gemido escapó de tu boca y la mía de lleno de tu dulce y tibio semen. Me tomaste de los hombros y me levantaste y así abrazados dejamos que el agua corriera por nuestros cuerpos relajados, felices cantando un himno de amor y vida . TE AMO JUAN ANTONIO

GRACIAS A LEXY.

No hay comentarios:

Publicar un comentario