viernes, 30 de julio de 2010

Sin previa cita

Entre a casa, el suave aroma de tu loción llenaba el ambiente, mi cuerpo se estremeció de solo pensarte.


Fui directo al dormitorio y si, ahí estabas recostado en la cama, dormías.

Tu respiración era suave pausada, tu cuerpo relajado me incitaba, creo que tú sabes el justo efecto que causas en mi, sabes el amor, el deseo que siento por ti. Me acerque sigilosamente, casi como una pantera acechando a su presa, a cada paso, las prendas que cubrían mi cuerpo caían, llegue al pie de la cama me deslice suavemente . deje que mis dedos recorrieran tus pies subiendo despacio sin prisa por tus piernas acariciando cada musculo camino a mi objetivo, mis labios húmedos y tibios rozaron tus muslos, tu respiración cambio supe que estabas despierto, mi boca paso a saborear tu vientre.

Mire de reojo tu rostro, fingías dormir, disfrutabas cada caricia y yo gozaba dándote placer, mi lengua jugaba en tu ombligo, en mi pecho sentí crecer tu virilidad por debajo de tu bóxer.

Mi lengua lamia cada pulgada de tu piel recorriendo tu vientre subiendo hasta llegar a tu pecho, alcanzando tu cuello,

Llegue a tu boca, apenas si roce tu labios y una descarga estremeció mi ser entero, tus brazos me aprisionaron y murmuraste a mi oído: porque tardaste tanto, tu boca sello la mía en una beso cargado de deseo.

Mis piernas pasaron por encima de tu cuerpo, mis muslos en tus caderas; De un tirón quite la única prenda que se interponía entre mi sexo y el tuyo.

Tu lengua lamia mis pezones duros, tus manos acariciaban mi espalda. Nuestros sexos tenían hambre, deseo el uno del otro, se buscaban, se deseaban y terminaron por encontrarse, te sentí entrando en mi lentamente, un gemido escapo de nuestras bocas al mismo tiempo uniéndose en uno solo al igual que nuestros cuerpos.

Tus manos, en mis caderas afianzadas siguiendo el ritmo de nuestros cuerpos en un vaivén suave, lento.

Nuestras bocas en un duelo de besos, suspiros, jadeos, músculos tensos, cuerpos sudorosos unidos siendo uno solo.

Sentirte así entrando más profundo en mi, tu sexo a punto de estallar; nuestros movimientos más rápidos, ligeros pero a la vez salvajes.

Mis uñas se clavaron en tu espalda y tus manos aprisionaron mi culo con fuerza, nuestros cuerpos se tensaron, los jadeos se convirtieron en gritos de placer, nos fundimos en un solo orgasmo. Un orgasmo intenso, interminable y delicioso.

Cansados, sudorosos, pero satisfechos y felices nos dejamos caer en la cama me besas suavemente el cuello y dice eres mía como soy de ti, TE AMO.



1 comentario:

  1. Me encanta, super erotico y super sexy como me gustan esos relatos que tan bien haces Lexy, un besote y sigue asi de picarona, jijijiji.

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