lunes, 12 de abril de 2010

El Deseo de Ti.



El Deseo de Ti.
Me acerco silenciosamente, el ruido del agua al caer apaga el rumor de mis pasos, me paro en el umbral, sin hacer un sólo ruido, recreo mi vista en tu cuerpo masculino mojado, mis ojos escudriñaban, se deleitaban mirando tu cuerpo, ese cuerpo que tantas veces unido ha sido uno, me estremezco recordando tus caricias, tu calor, tus besos.
Hoy te miraba, descaradamente sin pudor y sin que tú lo supieras eso me excitó aun más, sentía la humedad cálida entre mis piernas, mi respiración cambió y mis músculos se tensaron viéndote debajo de la ducha.
Deseaba tanto ser poseída por ti y al mismo tiempo era incapaz de moverme del sitio, veía tus manos recorrer tu piel, enjabonarla. Imaginaba que eran las mías recorriéndote, explorando esos lugares donde, con un solo roce de mis dedos te hago vibrar, y de tu boca escapaba un jadeo.
Mis ojos brillaban mirándote y la humedad de mi entrepierna iba en aumento mis bragas estaban mojadas.
Mi respiración era lenta y profunda, te deseaba tanto.
Sin darme cuenta mi mano bajo hasta mis piernas subiendo mi falda dejando el paso libre hasta mis bragas mojadas de solo imaginarme en tus brazos.
La yema de mis dedos rozaba mi sexo por encima de mi ropa interior. Sentía mis pezones hinchados, duros debajo de mi ropa, te deseaba con tantas ganas y era incapaz de moverme, estaba extasiada mirándote debajo del agua.
De pronto te volviste, en tu rostro se dibujaba una sonrisa entre picara y seductora; extendiste una mano y preguntaste: ¿cuánto más quieres ver mami?. Mi ser entero se quema sintiendo tu mirada y adivinando tus deseos.
Tu boca buscó la mía y tus brazos me rodearon, me perdí en la pasión de tus labios. Sin prisa me despojaste de la ropa, acariciando mi cuerpo mientras lo hacías, nuestras bocas unidas se decían sin palabras cuanto nos deseamos, nuestras manos recorrían aquel territorio tantas veces explorado y siempre tan salvaje, el agua corría por nuestros cuerpos unidos, besabas mi cuello bajando por mis hombros, me diste vuelta, tu boca recorría mi espalda mientras tus manos acariciaban mis pechos. Estaba ahí desarmada ante ti; ardiendo en las brazas de tu fuego.
Dejándome amar, perdiendo la razón a cada caricia solo respondiendo al instinto. Me llevas con suavidad contra la pared, me das la vuelta, me miras a los ojos, en un susurro te digo:”te amo” callas mi boca con un beso lento profundo lleno de ardiente pasión, tu boca deja la mía para navegar en mi cuerpo a mares más amplios recorres mi cuello bajando hacia mi pecho tu lengua roza con suavidad mis pezones duros hinchados.
Cada célula de mi cuerpo parece electrificada, mi respiración se convirtió en jadeos, devoras cada pulgada de piel viajando hacia el sur.Mis manos acarician tu espalda, mis dedos se enredan en tu cabello húmedo. Te arrodillas, tus labios recorren mis muslos, siento tu cálido aliento sobre mi sexo quiero más de ti; subes una de mis piernas sobre tu hombro, tu lengua recorre mi sexo apenas rozándome, mi excitación es total, mi cuerpo se estremece, mis músculos se tensan, mi espalda se arquea hacia atrás, tus manos me sostienen.
Tu lengua se abre paso entre los pliegues de mi sexo, tus labios se apoderan de mi clítoris lamiendolo, saboreandolo.
Un orgasmo sacude todo mi ser cuando siento tu lengua penetrarme. Bebes la miel de mi sexo, te siento temblar, de tu boca se escapa un gemido, lentamente te levantas, me tomas por las caderas, me subes en peso, mis piernas se enredan en tus caderas.
Me miras, nuestra respiración es ligera y profunda.
Siento tu virilidad rozando mi sexo, abriéndose camino lento, suave sin prisa. Mis muslos aprietan tus caderas, mis manos acarician tu espalda y las tuyas me atraen con fuerza hacia ti. Comienzas a entrar en mi, te siento crecer a cada centímetro me vas llenando de ti, nuestros cuerpos se acoplan a la perfección.
Estas dentro, profundo, nos besamos, sentimos una oleada de placer y pasión puros, nos dejamos arrastrar en esa vorágine de sensaciones. Con movimientos ligeros entras y sales de mi, tu voz se vuelve más grave y profunda, la mía es un susurro. Los jadeos ahora son gemidos de gozo, nos unimos aun mas, nuestros cuerpos tiemblan sin control y estallamos al unisonó en un orgasmo.
Así abrazados con tu cabeza descansando en mi pecho y la mía en tu hombro me dices al oído, te amo para el resto de mi vida, con una sonrisa te respondo te amo y así la viviremos juntos , amándonos.





Enviado por Lexy. Dedicado a:......eso que lo diga ella.

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